La dieta vegetariana no es incompatible con el
embarazo, al contrario, puede resultar beneficiosa para la madre y el feto
siempre que haya un buen control médico, y se suplemente con ácido fólico,
hierro y vitamina B12.
La alimentación de la mujer es una de las
cuestiones decisivas a la hora de quedarse embarazada y lograr que el futuro
bebé nazca sano. Llevar una dieta equilibrada, no consumir tabaco ni alcohol, y
evitar el sedentarismo, son algunas de las pautas que cualquier gestante debe
seguir a rajatabla durante nueve meses.
Y precisamente esos requisitos suelen ser
parte del abecedario de las personas que se definen como vegetarianas, de ahí
que seguir una dieta exenta de carnes y pescados no esté reñido con el
embarazo.
Todo lo contrario, pues son varios los estudios
que confirman que la dieta vegetariana es totalmente compatible con la
gestación.
Los resultados de algunos estudios mantienen un posicionamiento similar al que tiene la Academia de Nutrición y
Dietética de Estados Unidos, cuya postura es la de asegurar que una dieta
vegetariana bien planeada puede ser apta y proporcionar importantes beneficios
en todas las etapas de la vida, incluida la gestación y la lactancia.
Alimentación vegetariana sí, pero variada y
equilibrada
Los expertos coinciden en afirmar que con una
dieta variada y bien equilibrada, la mujer embarazada recibirá todos los
aportes nutricionales necesarios durante la gestación.
“Durante estos nueve
meses las futuras mamás tienen ventajas fisiológicas que les permiten absorber
mejor determinados nutrientes.
En cualquier caso, las necesidades nutricionales
dependerán mucho del tipo de alimentación vegetariana que la mujer siga ya que,
aunque la dieta vegetariana es, estrictamente, aquella que se basa en el
consumo de productos vegetales y que excluye los alimentos procedentes de los
animales, lo cierto es que dentro de este concepto hay diferentes categorías en
función de lo estrictas que sean las pautas a seguir. De hecho, pueden
distinguirse hasta más de una decena de tipos de dietas vegetarianas, aunque
las más comunes son tres, en función de si se toman huevos y leche:
·
Ovolactovegetarianos:
no consumen carne ni pescado, pero sí ingieren huevos y productos lácteos.
·
Lactovegetarianos:
eliminan de su alimentación la carne, el pescado y los huevos, aunque sí
consumen lácteos y sus derivados.
·
Veganos
estrictos: su dieta no incluye ningún alimento derivado de los animales, como
huevos o lácteos.
B12,
suplemento imprescindible para embarazadas vegetarianas
A diferencia de otras gestantes, en
las embarazadas que siguen una dieta vegetariana hay que hacer especial
hincapié en lavitamina B12, ya que es la que se encuentra de forma natural en
los alimentos de origen animal, fundamentalmente en las carnes rojas.
En estos
casos, donde la embarazada excluye la carne de su dieta habitual, “se
recomienda la ingesta de un suplemento de vitamina B12 diario, puesto que no
existen alimentos vegetales considerados fuentes fiables de esta vitamina; los
lácteos y los huevos contienen vitamina B12, pero si se limita su ingesta
solamente a estos alimentos, se obtiene una cantidad inferior a la necesaria
para el correcto desarrollo fetal”, detalla la ginecóloga del Hospital
Universitario HM Puerta del Sur.
Por ello, “o bien se receta a la mujer
suplementos dietéticos, o se implementa la dieta con alimentos enriquecidos con
esta vitamina, como la soja o cereales enriquecidos”. En esta línea, Baladia
recuerda que “en las gestantes vegetarianas el principio de precaución nos
lleva a suplementar la vitamina B12, tanto para las que siguen una dieta vegana
estricta, como para las que son ovolactovegetarianas, pues la relación
riesgo-beneficio nos incita a ello”.
Además del consumo de los suplementos
alimenticios que garantizan el aporte de vitaminas y minerales necesarios para
la formación del feto, las mujeres embarazadas que siguen una dieta vegetariana
deben tener en cuenta algunas recomendaciones a la hora de preparar sus menús
diarios:
·
Las
legumbres y sus alternativas son claves y deben consumirse al menos tres o
cuatro veces a la semana, ya que aseguran el aporte necesario de hierro, zinc y
proteínas.
·
Los
lácteos deben tomarse en mayor cantidad de la recomendada para la población
general: unas cinco o seis raciones al día en forma de leche, quesos curados,
yogures, etcétera.
·
Verduras
variadas para garantizar el consumo de vitamina A, C y folato. Además, la
vitamina C mejora la correcta absorción del hierro, por lo que su consumo en
esta etapa es de gran importancia.
·
Los
derivados de la soja, como el kéfir, el tempeh o el tofu ayudan a absorber
mejor el hierro, de ahí que sea aconsejable combinar estos productos con
cereales y legumbres.
·
Frutos
secos variados, como almendras, avellanas o nueces, son una buena alternativa
para comer entre horas, ya que aportan grasas, minerales y vitaminas.
·
Los
ácidos grasos Omega-3 deben tomarse en mayor cantidad. Las mujeres vegetarianas
pueden suplir la falta de consumo de pescados a través de los suplementos
vegetarianos de micro algas ricas en DHA.
·
Los
cereales integrales y ricos en vitaminas ayudan a cubrir las necesidades
vitamínicas que habitualmente proceden de origen animal.
·
Sal
yodada para aderezar los platos y las ensaladas.
·
“La
clave está en llevar una dieta equilibrada, porque se puede ser vegetariano y
hacer una mala alimentación con exceso de refrescos, azúcares o aperitivos con
exceso de grasas saturadas”, recuerda David Román, portavoz de la Unión
Vegetariana Española.
Menú tipo para una vegetariana durante el embarazo
Un ejemplo
de menú recomendado para una mujer vegetariana embarazada debe incluir:
Desayuno
·
Tazón de leche de soja enriquecida
acompañado de cereales integrales enriquecidos con vitaminas. Una naranja en
zumo o natural.
Media mañana
·
Zumo de naranja enriquecido con calcio
con una tostada de pan integral y aceite de oliva.
Comida
·
Salteado de verduras verdes (brócoli,
espárragos trigueros, guisantes) con tofu o queso de primer plato. Lentejas a
la jardinera de segundo plato, y macedonia de frutas de postre.
Merienda
·
Batido de soja con frutos secos.
Cena
·
Verduras variadas al horno de primer
plato, seguido de lasaña de verduras de segundo y frutas variadas de postre.
Control
prenatal de la embarazada vegetariana
Las rutinas de cualquier mujer embarazada
implican al menos una visita al ginecólogo en cada trimestre, que suele ir
acompañada de un análisis de sangre completo, así como del control del peso y
de la tensión arterial, además de una revisión al bebé a través de ecografía.
“Si la paciente parte del normopeso y mantiene un buen aporte dietético con las
premisas anteriores y el consumo recomendado de suplementos, los controles
prenatales no tienen por qué diferir de una gestante no vegetariana, ya que no
se ha demostrado que los hijos de madres que siguen este tipo de alimentación
tengan mayor incidencia de crecimiento intrauterino restringido”.
En este sentido, “la mujer vegetariana no es una persona
enferma, ni tiene por qué tener un embarazo de riesgo únicamente por su forma
de alimentarse, por lo que si sigue las recomendaciones de su médico no tiene
por qué tener más controles de los habituales”. De hecho, su tipo de
alimentación puede traerle más ventajas que inconvenientes, pues, tal y como
resalta este experto, “estas mujeres no tienen los inconvenientes que se
derivan del consumo excesivo de carne, como la mayor ingesta de grasas
saturadas, o una presión sanguínea elevada derivada del consumo de productos
cárnicos. Además, en estas gestantes también se evita el peligro de consumir un
exceso de residuos de mercurio derivados de la ingesta de pescados grandes como
el atún”.
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