Es Muy Importante Notar Que Estos Laxantes No
Deben Usarse En Personas Que Estén Débiles O Enfermas. Tampoco Se Pueden Usar
En Niños.
Laxante
natural de jugo de manzana
Se mezcla media taza de jugo de manzana con
media taza de aceite de oliva. Se toma antes de acostarse.
Laxante
natural de ciruelas secas
Se echan 6 ciruelas secas en una taza y media de
agua hirviendo, se cubre y se dejan remojando toda la noche. Al día siguiente
se le agrega un poquito de miel de abeja y se bebe el agua y se comen las
ciruelas.
Laxante
natural de sábila (aloe vera)
Se
pone agua a hervir y se espera hasta que se enfríe. Se pone el agua en un
frasco de vidrio con tapa. Se lavan muy bien unas cuantas pencas de sábila. Se
pelan y se echa la cáscara en el agua (no se echa el gel) y se tapa el frasco.
Se refrigera y se toma una taza dos veces por semana.
Dependiendo
de cuán fuerte quiere que sea el laxante se usan más pencas de aloe vera. Es
importante notar que muchos profesionales de salud no recomiendan usar sábila
como laxante. Niños o mujeres embarazada o lactando no deben usar sábila del
todo. Usos y propiedades de la sábila
Jugo
de uva con linaza
Echar una cucharada de linaza en polvo en medio
vaso de jugo de uva. Tomarlo en ayunas. Compresa de aceite de ricino. Uso
externo
Se mete una toallita empapada en aceite de
ricino en un recipiente al horno hasta que se caliente. La persona se acuesta
boca abajo y se pone la toalla sobre la espalda baja (la región lumbar). Se
cubre con otra toalla para que se mantenga calientita.
Se repite una vez al día hasta que se haya dado
del cuerpo satisfactoriamente. Es importante repetir que este remedio es de uso
externo. A pesar de que el aceite de ricino se usó en el pasado como laxante
tomado, en la actualidad no se recomienda ingerirlo.
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